La Caravana por los Refugiados 2009

La Caravana por los Refugiados 2009
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El Comité Español de ACNUR es una organización no gubernamental española, creada en 1993 y declarada de Utilidad Pública, que apoya desde España el trabajo de la Agencia de la ONU para los refugiados en todo el mundo: proteger y ayudar a los refugiados y desplazados internos, buscando soluciones duraderas a su situación. ACNUR atiende las necesidades de las personas refugiadas y desplazadas más vulnerables, distribuyendo ayuda humanitaria, instalando campos y proporcionando agua potable, alimentos, medicamentos, ropa, mantas y otros artículos básicos de refugio. Para ello, cuenta con oficinas en 120 países y el 80 % de su personal trabaja sobre el terreno, a menudo en condiciones difíciles y peligrosas.

jueves, 11 de febrero de 2010

EACNUR

EACNUR seguidnos a través de la pagina oficial del Comitée Español de ACNUR www.eacnur.org y en redes sociales! gracias!

viernes, 8 de enero de 2010

Videoentrevista a Javier lópez-cifuentes por Agareso

Accede a  la entrevista desde la pagina de Agareso (Asociación Gallega de Reporteros solidarios)

Javier habla sobre su trabajo como responsable de ACNURen los campos de refugiados en Africa, las guerras fomentadas por el control de recursos petrolíferos aún sin explotar, sobre la educación y las necesidades básicas para sobrevivir...

lunes, 28 de diciembre de 2009

Las donaciones a la Caravana alcanzarán hoy los 150.000 euros!! gracias a tod@s!.
Una compañera en Chad Oriental, Annette Rerhl, nos cuenta que los refugiados de Darfur en Chad este año tienen acceso a 5 o 6 litros de agua potable al día...
17/diciembre/2009
CHAD: REFUGIADOS Y POBLACIÓN LOCAL HACEN FRENTE A LA DESERTIFICACIÓN Y EL CAMBIO CLIMÁTICO.




Mujeres refugiadas sudanesas hacen cola con sus bidones para acceder a un punto de distribución de agua. Chad oriental, ACNUR/H. Caux

Abeché, Chad, 15 de diciembre (ACNUR), -- Dos cosas que los trabajadores humanitarios notan nada más llegar a Chad oriental son la falta de agua y la arena que parece meterse en todos los rincones. Con el cambio climático, la situación puede empeorar -- aún menos agua, y la desertificación que va ganando terreno en esta región semi-árida.

Darse una ducha en Abeché, la principal ciudad del este de Chad, supone un ejercicio de adaptación para las personas acostumbradas al flujo relajante y regular del agua en las naciones más desarrolladas. En Abeché el agua sólo está disponible durante un par de horas una vez cada cuatro o cinco días y se dejan los grifos abiertos para el momento mágico en el que el precioso líquido brote y sea recogido en una gran variedad de ollas, sartenes y cazos.

Pero para los locales y los 250.000 refugiados sudaneses que viven no muy lejos en los doce superpoblados campamentos gestionados por ACNUR, lavarse es un lujo inalcanzable. Les alcanza justo para obtener la cantidad mínima recomendada de 15-20 litros diarios de agua necesaria para beber, cocinar y limpiar el polvo y la arena de sus manos y rostros. Muchos sólo pueden contar con 5 ó 6 litros.

El agua es un recurso escaso en el este de Chad en el mejor de los casos, pero cuando estás viviendo codo con codo con miles de refugiados más en un campamento, se convierte en un problema importante. Por otra parte, hay indicios de que la precipitación anual ha sido cada vez menor, lo que afecta a la capa freática de agua, así como al suelo y la flora.

ACNUR y sus socios, entre ellos el gobierno de Chad, intentan hacer frente a los efectos del cambio climático con programas destinados a mejorar la gestión de los decrecientes recursos hídricos y a paliar la desertificación mediante la plantación de árboles en uno de los países más secos y más calientes en la tierra.

Y está siendo más duro conseguirlo en 2009, con un ciclo de lluvias particularmente bajoeste año. En la ciudad de Iriba, que alberga a 55.000 refugiados sudaneses de Darfur repartidos en tres campamentos, tan sólo 135 milímetros de lluvia han caído desde el comienzo de este año, de acuerdo con cifras del Ministerio de Medio Ambiente de Chad. Compárese con 355 mm para el conjunto de 1950.

La lluvia caída hasta hoy es demasiado escasa para mantener la línea contra la desertificación progresiva, las plantas no pueden sobrevivir mucho tiempo sin agua suficiente en el suelo. Y debido a las lluvias extremadamente pobres de este año, la ONU teme que sobrevenga una crisis alimentaria de varios millones de personas en el Chad y otros países del Sahel en 2010.

Por otra parte, la evaporación y la desviación de agua para la agricultura y la desertificación han llevado al lago Chad, una vez poderoso, a reducir su tamaño de 25.000 kilómetros cuadrados en la década de 1960 a apenas 3.000 kilómetros cuadrados en la actualidad. Los fuertes vientos mueven las arenas del Sahara hacia el sur por el lago.

La carencia de agua y la sequedad del suelo no sólo afectan a la biodiversidad, sino también al crecimiento de los cultivos. Como resultado, los animales no reciben suficiente forraje y muchos mueren de malnutrición y enfermedades relacionadas, perjudicando aún más a la cadena alimentaria.

Mientras tanto, la agencia de refugiados de la ONU ha estado trabajando en Chad para frenar la desertificación y mitigar los efectos de la disminución de las reservas de agua y del sobreconsumo. "La única manera de luchar contra la desertificación a largo plazo es participar en programas significativos de reforestación ", declara Andrea Masini, un responsable de medio ambiente de ACNUR.

Desde 2006, ACNUR ha plantado 300.000 árboles jóvenes de un año en Chad, de los cuales aproximadamente el 60 por ciento ha sobrevivido. Los refugiados y los habitantes han plantado otros 1,2 millones de árboles, incluyendo especies forestales como acacias y árboles frutales como el limón y mango.

En un nuevo intento por frenar la desertificación, ACNUR y sus asociados han proporcionado leña a los refugiados que de otro modo saldrían a cortar de los árboles y arbustos -- ahora una práctica prohibida por el gobierno. Fuentes alternativas de combustible, como el gas y el biogás, se han introducido en el Chad y otros países, junto con estufas de bajo consumo de energía y cocinas de energía solar.

Para proteger las escasas reservas de agua del este de Chad, ACNUR y el Ministerio de Medio Ambiente han estado aplicando una estrategia más sostenible, con un enfoque a tres años que utiliza una combinación de técnicas modernas y tradicionales. En el primer año, se han excavado nuevos pozos y pozos de sondeo en los campamentos y las aldeas circundantes, mientras que un equipo especial se encarga de la búsqueda de nuevas reservas subterráneas.

También este año, los refugiados y las comunidades locales han aprendido a utilizar diferentes fuentes de agua para distintos fines: para beber, para el ganado, para el cultivo y para los trabajos de construcción. Como siguiente paso, las bombas eléctricas serán sustituidos por las bombas manuales, que son más fáciles de usar y más baratas de mantener.

Todos los pozos se renuevan naturalmente cada año durante el período de temporada de lluvias, entre julio-septiembre. Mediante la construcción de pozos tradicionales en lechos de ríos secos, se mantendrán las reservas de agua de profundidad bajo el desierto. Al abordar los efectos del cambio climático, a día de hoy, los trabajadores humanitarios, los refugiados y los habitantes locales estarán ayudando a las generaciones futuras en este árido rincón del mundo, a seguir utilizando los recursos del planeta en el futuro.

Por Annette Rehrl en Abeche, Chad

martes, 15 de diciembre de 2009

Escucha el Programa especial sobre la Caravana por los Refugiados en Radio 5, RNE

Presentamos en Radio 5/RNE La Caravana por los Refugiados, la campaña que el Comité español de ACNUR ha puesto en marcha para paliar las situaciones más críticas de refugio, agua y alimentos en los campos de refugiados de África Subsahariana.

En el programa también se habló sobre el mandato de ACNUR, y cómo la agencia de la ONU para los refugiados lleva a cabo su trabajo sobre el terreno

En esta edición monográfica del programa "Solidaridad", de Radio 5/RNE, participaron María Jesús Vega, Responsable de relaciones externas de ACNUR, Javier Cifuentes, Responsable de ACNUR con más de 25 años de experiencia en el terreno, María Ángeles Siemens, Directora del Comité español de ACNUR y Miren Ispizua, Responsable de Grandes Donantes del Comité español de ACNUR.

La caravana por los refugiados se pone en marcha (Solidaridad)

viernes, 11 de diciembre de 2009

La situación en el Cuerno de África: una combinación letal de desastres naturales y conflictos bélicos


Por Javier López-Cifuentes
La dimensión de los conflictos en África solo tiene parangón con el tamaño del continente. Hay países pobres que sufren la lucha de grupos o etnias por sus escasos recursos. Otros son ricos, algunos inmensamente ricos, y los conflictos son resultado de la lucha por el control de esas riquezas. En muchos de estos casos, el conflicto bélico se agrava por la presencia de actores externos - corporaciones, gobiernos, grupos de poder - interesados en acceder a esas riquezas. El éxodo, el desplazamiento, el sufrimiento, la muerte que en muchos casos provocan estos conflictos, no son óbice para su continuo aumento.
En el Cuerno de África y la mayoría de los países del África Oriental y Central para cuyos programas de refugiados os pedimos colaborar, a estos conflictos provocados directamente por el hombre, se unen los provocados por la naturaleza – a veces ayudada por el hombre. Sequias e inundaciones son ya, en muchas de estas regiones, fenómenos infelizmente recurrentes. Los campos de Dadaab en Kenia sufren el fenómeno meteorológico conocido como El Niño que deja a los refugiados sin cobijo, provoca enfermedades y afecta la distribución de asistencia y servicios, como agua y saneamiento, alimentación y salud. Y todo esto además del conflicto en Somalia que provoca la llegada de miles de refugiados al mes a campamentos que planeados para 90.000 personas y que acogen hoy a más de 280.000.

Esta combinación letal de desastres naturales y conflictos bélicos en países que ya de por si sufren de inseguridad alimentaria crónica y dependen en gran medida, de la ayuda de la ayuda externa, es característica del Cuerno de África. Esto provoca tanto desplazamiento interno dentro del país a zonas más seguras, como externo, a un país vecino. En la mayoría de los casos, las poblaciones locales, que sufren las inundaciones y la sequia y padecen la misma inseguridad alimentaria que los refugiados en sus países de origen, dan un ejemplo de solidaridad compartiendo lo poco que tienen con los recién llegados. Y lo hacen compartiendo su pobreza!


Si de por si es amargo y doloroso el hecho de dejar tu tierra y verte forzado a ser refugiado, en estos países lo es aun mas, pues la única forma que los gobiernos permiten la presencia de los miles de refugiados es en campamentos, donde muchas veces la movilidad es limitada y no pueden ganar un sustento, dependiendo cien por cien de la ayuda humanitaria; de aquí la importancia de mantener esta ayuda. Sin ella los refugiados de Dadaab y Kakuma en Kenia, los eritreos acogidos hace décadas en el Este de Sudan, los sudaneses y chadianos desplazados por la violencia en Darfur, los somalíes en los reabiertos campos del este de Etiopia y los desplazados del Congo, no podrían sobrevivir.

Además de la protección, que proporciona el ACNUR, los refugiados necesitan un techo para resguardarse, agua limpia, comida y acceso a la salud y la educación. Precisamente las primeras son las áreas donde te pedimos desde esta caravana, tu contribución: agua para consumo e higiene, alimentación para combatir la desnutrición y material para la construcción de un pequeño alojamiento.

viernes, 4 de diciembre de 2009

De todos los grupos humanos que podamos pensar, los refugiados son los más vulnerables


Por Javier López-Cifuentes, ACNUR.

Hola soy Javier y quería daros la bienvenida a este blog y animaros a participar y colaborar con la Caravana por los Refugiados. También me quería presentar. Nací en Madrid y tras pasar por la Universidad, donde estudie Ciencias Políticas y Sociología, graduándome en Antropología Social, viajar e iniciar algunos proyectos de vida, comencé a trabajar para el ACNUR en 1985. Lo hice primero como Voluntario de Naciones Unidas y dos años más tarde, como funcionario. En aquella época no existía la sensibilidad ni el conocimiento que hay hoy en día sobre el trabajo que llevan a cabo las agencias de la ONU o las ONGs. Refugiados era una palabra que la mayoría relacionaba con la Guerra Civil y Solidaridad un concepto de la lucha contra la dictadura. Poco o nada se hablaba de lo “humanitario” aunque ya había habido hambrunas en África. La mayoría sabíamos del trabajo social por Caritas y de África por los Misionero/as. . Habíamos pasado el Desencanto y, cada uno como podía vivía la Movida.

En mi caso, trabajar para los refugiados y con el ACNUR, fue una opción consecuente con los ideales de cambio y de intento de hacer de este mundo un lugar mejor y más justo.

De todos los grupos humanos en que podamos pensar, los refugiados son los más vulnerables. Y dentro de este grupo, las mujeres y los niños, que representan precisamente el mayor número. Podemos ser musulmanes, cristianos, judíos o hindúes, blancos o negros, americanos, europeos, asiáticos o africanos, jóvenes o viejos, todos podemos un día ser refugiados. Por el color de nuestra piel, por nuestras ideas y/o creencias, por nuestra etnia, por haber nacido aquí o allá….nadie está libre de no convertirse mañana en refugiado.

Y de todos los continentes, África es el que más ha sufrido las guerras y catástrofes que han provocado éxodos de población civil inocente. Sus pueblos fueron esclavizados y sufrieron las formas más salvajes de colonialismo. Las luchas contra estas lacras y las de liberación nacional primero y entre estados, etnias o grupos después, por el poder, por las riquezas que muchos de ellos tienen bajo su suelo o en sus bosques y desiertos, han hecho de este continente un paradigma “humanitario”...

jueves, 3 de diciembre de 2009

UGANDA: Apoyar a los desplazados en sus proyectos de futuro




Por Belén Camba, directora de Proyectos, Comité español ACNUR.

Continúo contandoos sobre el trabajo de ACNUR en el norte de Uganda.
Una frágil paz ha permitido a miles de desplazados retornar a sus comunidades, pero ...
Aquí estamos en uno de los campos de desplazados, Awoo Camp, en el Distrito de Gulu, que está siendo rehabilitado a través de un proyecto. En este campo se han rehabilitado infaestructuras y refugios porque hay familias desplazadas que prefieren quedarse definitivamente en algunos campos  permanecerán en el mismo. Ya están cultivando la tierra para la próxima cosecha.


 Aquí estamos visitando a un grupo de mujeres que han decidido retornar a su comunidad de origen en el distrito de Amuru. Estas mujeres han creado un grupo que funciona como una especie de cooperativa y manejan microcréditos para el beneficio de la comunidad. El proyecto les ha ayudado en la rehabilitación de sus viviendas y otras infraestructuras en su comunidad y les ha dotado de esta cabritas.







 Este es un grupo de viudas de la guerra que han decidido permanecer en el campo, Atiak Camp, en el distrito de Amuru. Este campo ha sido rehabilitado y se ha convertido en una comunidad viable. El proyecto ha construido este mercado dentro del Campo y cada mujer gestiona uno de los puesto donde venden los productos que cultivan. Las mujeres nos contaban como este tipo de proyectos les ayuda a reintegrarse y también que es su medio de vida, para su propia subsistencia y la de sus hijos. Las puertecitas rojas que se ven son los pequeños almacenes de cada uno de los puestos y arriba, bajo el techado, exponen los productos para su venta.